A la carrera, por los caminos
su huella va alcalzando mi destino
en la galera de los cautivos
hoy paga penintencia mi castigo.
Pero como iva a
darte yo lo que tú mereces
si ni mi propio corazón me pertenece.
Se lo llevó de aquí dejándome esta pena
la que robo mi amor, Ay Bandolera.
si ni mi propio corazón me pertenece.
Se lo llevó de aquí dejándome esta pena
la que robo mi amor, Ay Bandolera.